20 julio – 24 septiembre, 2017 Sala 4. Primera planta
La mitología es una fuerza poderosa que le da forma a la humanidad. Por milenios, leyendas antiguas han creado héroes y religiones, definido creencias, y se han incrustado profundamente en nuestra conciencia universal. He escogido dos cuentos provenientes de distintas culturas y diferentes continentes y momentos históricos como sujeto de mi actual exposición, LEYENDAS.
Una de las dos partes de la obra está inspirada en el mito de Medea, el arquetipo de la mujer abusada que se venga de su abusador. Al igual que con la mayoría de los mitos, existen varias interpretaciones del asesinato de sus hijos. Eurípides fue el primero en atribuirle la muerte de sus hijos a Medea misma, pero abundan otras versiones.
En esta parte, formada mayormente por obras mix media en papel, me he centrado en la situación difícil en la que se encuentra Medea, concentrándome para ello en su cara y posibles pensamientos. ¿Qué sucedía detrás de esos ojos mirando hacia adentro, contemplando la destrucción de su vida, de su seguridad y de sus sentimientos de pertenencia?. Las sombras fantasmales que anuncian la pérdida inminente de sus hijos a otra mujer pesan sobre ella como una presencia ominosa y surreal. Ella sueña despierta con una vida con el hombre que ama, por quien lo dejó todo, convirtiéndose en un jardín de flores que crece desde su cabeza. La historia de Medea tiene todos los elementos de una tragedia humana: amor, traición y el deseo de justicia.
La segunda parte de la exposición, titulada Suite de los pájaros caníbales, está formada por obras inspiradas por la práctica de iniciación de la sociedad secreta Hamatsa, perteneciente a la nación Kwawaka’wakw de la Colombia Británica, Canadá. Siendo nueva inmigrante en Vancouver me fascinaba el arte majestuoso de los pueblos indígenas de la Costa Noroeste. El resultado fue un gran número de obras surrealistas que incluyen elementos de culturas nativas y la flora y la fauna del medioambiente donde estas personas habitan desde hace siglos.
Un elemento importante de esta serie son los bosques, símbolo del deambular del alma en busca de la verdad. Pájaros caníbales acechan entre los árboles; son los demonios que los seres humanos tienen que enfrentar para descubrir quiénes son en realidad.
Aunque a primera vista las dos partes de esta obra no parecen tener nada en común, el hilo invisible que las une -esa búsqueda de la verdad-, ha profundizado en mi propia manera de entender el mundo en que vivimos. (Pnina Granirer)
Pnina Granirer nació en 1935 en el seno de una familia hebrea rumana. En unas circunstancias históricas atroces, llega en 1950 a Israel, tras haberse librado del nazismo, así como, de la llamada “dictadura del proletariado”. En 1962 inicia un periplo que la lleva, tres años después, a Vancouver, donde se establece definitivamente. Valiéndose siempre de una gran variedad de medios y de técnicas, Pnina Granirer inicia a fines de los años 70 la obra que la acerca poderosamente al surrealismo. Entre 1978 y 1981 se inspira en los paisajes y las riquísimas culturas nativas de la Costa Noroeste, de los que nos brinda una visión, como diría Agustín Espinosa, “integral”, o sea poética y no realista. La serie de aves antropófagas incorpora elementos totémicos y máscaras Kwakiutl. Estas aves míticas habitan los bosques donde las personas van en la búsqueda de su canción o de su ser interior. (Jose Miguel Pérez Corrales, profesor de Filología, Tenerife,en Surrealismo: El Oro del Tiempo).
PNINA GRANIRER – notas biográficas
Artista Canadiense, Pnina Granirer ha dedicado toda su vida al arte realizando exposiciones a lo largo de más de sesenta años. Sus trabajos forman parte de numerosas colecciones privadas y públicas, nacionales e internacionales, en Canadá, Francia, Israel, España, Chile y Costa Rica. Su libro Light within the Shadows; a painter’s memoir fue publicado en mayo de 2017 y se encuentra disponible en Amazon.com
