Exposición de los artistas Isabel Pintado e Alfonso Costa
20 abril – 25 junio, 2023
Salas 4 y 5. Primera planta
Escenarios de la pasión. Homenaje a María Casares es una exposición en la que Alfonso Costa e Isabel Pintado presentan su particular homenaje plástico a la genial actriz, sin olvidar la reflexión sobre las significativas relaciones entre la Pintura y el Teatro. Pintado y Costa, prolíficos artistas de larga y reconocida trayectoria, entienden este homenaje como un acto de amor y de justicia a favor de esta insigne gallega de quien, no pasado un año, se cumplió el centenario de su nacimiento.
María Casares (A Coruña, 21 de noviembre de 1922 – Alloue, Francia, 22 de noviembre de 1996) es ya un mito de la interpretación; no en balde, Francia –donde se formó y se expresó su excepcional talento- la festejó con los más importantes reconocimientos mientras que en España era silenciada por la dictadura franquista. Así pues, esta muestra se organiza en torno a esta fascinante figura, no sólo multifacética actriz, sino también testimonio directo de trágicos y decisivos acontecimientos históricos y, tras su exilio, vinculada con lo más relevante de la intelectualidad francesa de mediados del siglo XX (Cocteau, Artaud, Camus…).
Escenarios de la pasión es una aproximación pictórica que recorre las diferentes etapas de su vida y de su actividad interpretativa, eligiendo como soporte, además del lienzo y del papel, la paleta en formatos y tamaños diversos, ya que, de alguna manera, la paleta es el escenario de quien pinta, ese lugar donde coloca y mezcla los colores que van a dar vida a la obra; tal como hace quien actúa, poniendo en orden las emociones que configuran el personaje y la historia a presentar
La “puesta en escena” de esta exposición en las salas de la Fundación Eugenio Granell rememora a la vez la relación de afecto y de admiración que el gran artista Eugenio Granell ha manifestado, en su libro Memorias de Compostela, a la familia Quiroga Casares, vecina –en la calle Panaderas de A Coruña- de la familia del pintor cuando María era una niña. Una infancia gallega que la actriz, confesó como el más profundo e inextinguible territorio de su ser.
