15 octubre, 2019 – 2020
Salas 2,3 y Sala Amparo. Segunda planta
El 15 de octubre, a las 20.00h, se inauguró en la Fundación Eugenio Granell una exposición de retratos llevados a cabo por el artista surrealista Eugenio Granell. La exposición, comisariada por la directora de la Fundación, Natalia Fernández, se titula Homenaje a Amparo. Retratos de compañeros en el exilio y otros.
Esta muestra se inicia en la Sala Amparo de la Segunda planta del Museo Granell. El pintor, autodidacta, muestra que no solamente triunfó en el surrealismo sino que, igualmente, tenía un ojo increíble a la hora de retratar a Amparo, su musa, así como a varios de sus amigos del exilio.
En la República Dominicana, primer lugar en el exilio, Granell empieza a pintar y dibujar dedicando un gran número de dibujos a su nueva musa: Amparo. La mayoría de los dibujos son en tinta o lápiz sobre papel. Igualmente se muestran óleos de interiores y otros que evocan la vida casera.
Los retratos de amigos son de gran realismo. Muchos son “doodles”, garabatos, pero otros son obras surrealistas. Ninguno es posado. Están hechos en sobres, papeles sueltos con anotaciones. Un retrato muy interesante de Lenin: “Retrato gongorino de Juana de la Cruz y Vladimir Ilich Uliánocv”, puede verse de dos maneras: por un lado se ve el retrato de Lenin por el otro, el de la poeta mexicana.
En Puerto Rico Granell fue buen amigo de Juan Ramón Jiménez a quien visitaba con frecuencia; especialmente durante una época en la que el Nobel estuvo bastante enfermo y deprimido permaneciendo mucho tiempo en cama. De su amigo Vela Zanetti hizo varios retratos también. Carta de Granell a Vela; “Tu entereza moral frente a las calumnias es tu mejor retrato.” Vela Zanetti sobre Granell: “Siempre recto e implacable cayera quien cayera, como si la memoria la guiara una línea de acero.”
La exposición sigue un orden cronológico. Primero la República Dominicana donde muchos de los exiliados se conocieron manteniendo su identidad como exiliados españoles (Vela Zanetti: “Volví a España a ejercer mi derecho de español.”); continuando por Guatemala, Puerto Rico, Nueva York y finalmente España. Para algunos Puerto Rico y Nueva York representaron el reencuentro ya habiendo aceptado el exilio como algo permanente a la vez que habían consolidado sus vidas fuera de España. Los vascos, los catalanes, los valencianos, los gallegos, los leoneses, todos españoles.